La residencia Ximará es un lugar especial ubicado en Salceda de Caselas, cerca de la ciudad de Vigo. Diseñada desde su inicio con un enfoque único y personalizado, Ximará no buscó inspiración en otros centros, sino en cómo les gustaría a sus creadores vivir su propia vejez. Este compromiso ha dado lugar a un espacio acogedor y hogareño, que se aparta del ambiente hospitalario típico de muchas residencias.
Uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan las personas mayores es el desarraigo al dejar su hogar. Ximará comprende esta situación y hace todo lo posible para ofrecer un entorno que respete la independencia, los deseos y el ritmo de vida de cada residente. Con una política de horarios flexibles para visitas, los familiares y amigos pueden acompañar a sus seres queridos de forma libre y cómoda.
JARDÍN DE 2,500 M²
Rodeada de naturaleza, la residencia cuenta con un jardín de 2,500 m² que permite a los residentes disfrutar del aire libre en un espacio seguro y accesible, completamente libre de peldaños. Las instalaciones interiores están climatizadas las 24 horas, y ofrecen zonas de esparcimiento amplias y adaptadas, con pasillos ideales para pasear en invierno y salas de estar que permiten elegir el ambiente que mejor se adapte a sus necesidades de tranquilidad.
La oferta de servicios en Ximará incluye atención médica completa, fisioterapia y enfermería, además de menús caseros y personalizados que priorizan la salud y los gustos de cada residente. La residencia también organiza actividades de animación, donde se disfruta de teatro y sesiones de risoterapia para fomentar la alegría. Las manualidades y el taller de costura añaden un valor especial al día a día, permitiendo a los mayores expresarse y crear objetos de gran valor sentimental.
La residencia ha implementado además un innovador sistema de energía eléctrica de autoproducción, subrayando su compromiso con el aprovechamiento energético y la sostenibilidad. Este enfoque se extendió incluso en tiempos de pandemia, cuando se implementaron medidas de desinfección a gran escala con el apoyo del ejército.
En Ximará se respira un ambiente de comunidad y celebración. Los eventos como la fiesta de los callos y la Navidad se viven con los familiares, haciendo que cada residente sienta que su hogar y sus tradiciones se mantienen vivas. Todo ello, en un espacio sin barreras arquitectónicas, pensado para que los mayores se sientan seguros y a gusto en cada rincón.
Con solo 30 plazas, la residencia garantiza un ambiente familiar y cercano, en el que cada persona cuenta con un espacio seguro, adaptado y, sobre todo, lleno de respeto y dignidad para disfrutar de la vejez.